sábado, 14 de marzo de 2015

De cómo me enteré que iba a ser mami


Aprovecho el ratito que tengo mientras tengo al pequeñajo entretenido para escribir otra entrada en mi nuevo blog, y es que con 9 meses y medio que tiene, echo la mirada atrás para recordar el momento en el que me enteré que venía de camino.
Siempre pensé que el día que supiese que estaba embarazada estariamos mi marido y yo dentro de nuestro pequeño cuarto de baño esperando a ver la prueba y que al ver el positivo chillaríamos y nos abrazaríamos emocionados.
Nada más lejos de la realidad, jajaja, yo ese día estaba sola y mi marido estaba a unos cuantos miles de kilómetros de mi.
Por circunstancias laborales él se había trasladado a Argelia, país que no me era en absoluto desconocido, pero eso en otro capítulo. Yo me reuniría con él en cuanto terminase de trabajar la temporada de verano y fuese a tramitar el pasaporte y el visado a Madrid.
Septiembre, por la tarde, yo sentada en el sofá mirando nosequé en la tele y con un día de retraso de la regla martilleando en mi cabeza...Dudas de si ir o no a comprar una prueba, el mes pasado fui y compré una que dió negativa y qué convencida estaba yo de que lo estaba. Más dudas, para qué vas a comprar otra prueba, vas a tirar esos 10 o 15 euros a la basura otra vez con la consecuente mirada curiosa de las farmacéuticas...Mi cabeza va a mil por hora, y si voy a otra farmacia?? Empiezo a ver algo en la tele al azar, cuando por aquéllos tiempo aún emitían en la Sexta 3...Mi impaciencia no puede más, 19:30 de la tarde y me dispongo a salir en busca de una prueba...estás más tonta!!! a estas horas que pretendes que salga?? si se tienen que hacer con el primer pis de la mañana!!!
En fin, voy a otra farmacia más lejos, compro la prueba y vuelvo a casa a paso ligero, casi no me doy cuenta que estoy corriendo...voy al baño, sigo los pasos y espero...pasan los minutos, miro y zas!!! las dos rayas salen con una intensidad que mis ojos no pueden creer lo que están viendo. Me quedo inmóvil mirando la prueba y empiezo a caminar pasillo arriba pasillo abajo (sí, nuestro piso es de los viejetes que tienen un laaargo pasillo), cojo el móvil y marco para llamar al futuro padre de la criatura, suenan varios tonos y nada, que no responde!!! vuelvo a llamar así más de diez veces, ansiosa e histérica por contar la tan feliz noticia. Y así empiezan a pasar las horas...yo llamando y este sin responder, pues no lo maldije veces, pobre!!!! y claro! no estaba bien que yo llamase a mi madre o a mi hermana, o a su hermana o a quién fuese para contar algo que ya me estaba quemando en las manos sin que lo supiese antes la otra parte involucrada en el asunto!!! y es que no podía más, estaba que echaba humo por las orejas de impaciencia!
Recuerdo que me dije, tranquila, ponte a ver algo en la tele y así desconectas un ratito la cabeza, estaban haciendo la Historia Interminable (mira que me gusta esa peli, la recuerdo como una de las más bonitas de mi infancia) y mientras Atreyu lloraba desconsolado por la muerte de Artax en la ciénaga, yo seguía dando vueltas y más vueltas y marcando una y otra vez el número de teléfono.
Me levanté del sofá y me fui al cuarto de baño, levanté mi vestido y me escribí en la barriga con un lápiz de ojos, HOLA PAPÁ, le hice foto y se la envié por whatsapp junto con otra foto de la prueba de embarazo, y esperé...esperé y esperé por que dios!! se me hizo eterno!!!!!
Hasta que por fin sobre las 10, 11 de la noche, en Argelia era una hora menos en aquél entonces, me llama el susodicho y me dice: me has llamado?? y yo sí, unas veinte mil veces, has mirado el whatsapp?? a lo que responde: no, acabo de llegar, y yo....pues MÍRALO YA!!!! lo mira y me dice nervioso, emocionado, la voz casi quebrada...esto es en serio? venga, me estás gastando una broma!! jajajajaja, luego hablamos, reímos, nos empezamos a hacer a la idea de que ya no seríamos dos nunca más, si no tres, y a hacer planes, construir castillos en el aire, pensando en todo momento, que vaya bien, que no le pase nada, por favor... y así sin más, nos convertimos ya en padres casi sin saberlo.
Y esta es la historia de cómo me enteré que iba a ser mami.

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